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viernes, 22 de enero de 2010

CONSEJOS PARA LA PRESENTACIÓN DE PÓSTERS

¿Y POR QUÉ VOY A PRESENTAR UN PÓSTER CUANDO PUEDO HACER UNA COMUNICACIÓN?

A menudo el formato póster es considerado de menor valor o prestigo (pensando en los méritos para el curriculum) que la clásica comunicación. Sin embargo, esta modalidad de participación ha ido ganando reconocimiento como una forma igualmente válida de presentar un trabajo, con sus propias ventajas e inconvenientes, pero no necesariamente de menor nivel que las ponencias. Si bien estas últimas destacan por permitir la comunicación directa y la posibilidad de debate en grupo, el póster presenta el beneficio de permanecer expuesto durante todo el evento, sin el condicionamento de horarios y de mesas paralelas que a veces nos hacen perder la oportunidad de visitar ciertas ponencias. Animamos por tanto a los participantes a considerar la posibilidad de presentar póster, lo que sin duda resultará beneficioso para las Jornadas (evitando una masificación de las comunicaciones que pueda obligar a descartar demasiadas) y para el propio participante, pues la realización de un póster no es menos compleja que la de una comunicación, y proporciona una valiosa experiencia de trabajo.

PRIMEROS PASOS

Existen multitud de recursos y técnicas para el diseño de un póster, y uno que está al alcance de todos es el programa Publisher de Microsoft, que está incluido en el conjunto de programas de Office junto al Word y el Power Point que tarde o temprano todos hemos tenido que aprender a utilizar. Recomendamos por tanto explorar las posibilidades del Publisher, que permite diseñar todo tipo de documentos de tipo gráfico de una forma intuitiva y cómoda. Hay quien utiliza también el Power Point o el Word para este fin, pero he de decir que no es recomendable, ya que estos programas no están capacitados para diseñar con precisión documentos de dimensiones especiales; el Publisher se ha ideado precisamente para cumplir esta función, y al ser de Office el manejo se parece en gran medida al de los otros programas citados, de modo que es fácil de aprender, ¿qué más se puede pedir?

Una vez hayamos escogido el programa (si es que usamos uno… ¡pues no está prohibido hacerlo a mano!) con el que vamos a trabajar, y antes de empezar a pensar en el diseño del póster, es conveniente determinar cuáles serán sus medidas exactas, para saber previamente de cuánto espacio disponemos y no llevarnos sorpresas de última hora (“¡El último párrafo no me cabe!” “¡Tengo que bajar demasiado el tamaño de letra!” y sustos similares). Para ello hay que tener en cuenta las limitaciones de espacio (en este caso 120 cm de alto por 70 cm de ancho como medidas máximas) y las posibilidades de impresión. Conviene localizar de antemano la empresa que nos va a imprimir el póster e informarse de las opciones de tamaño y precios; en un momento dado, se puede escoger una medida estándar que se aproxime (eso sí) a los límites establecidos, y que quizá resulte más barata que una cortada exactamente a deseo del consumidor.

Finalmente, si hemos escogido el Publisher como herramienta de trabajo, bastará introducir las medidas escogidas en la configuración inicial del documento, y ya estamos listos para comenzar a diseñarlo.

EL RETO DEL PÓSTER EN BLANCO

Diseñar un póster desde cero no es fácil, y una buena forma de empezar consiste en determinar qué elementos concretos queremos que aparezcan en él. Como consejo básico, recomendamos tener siempre en mente que: UN PÓSTER NO ES UN ARTÍCULO. Al igual que éste o, por ejemplo, las comunicaciones, el formato póster presenta cualidades propias en el modo de presentar la información, distintas a las que hay que tener en cuenta al redactar un artículo. El póster es fundamentalmente una herramienta visual, ideado para captar el ojo de un observador, y poco adecuado para inundar de detalles al lector. Por tanto, hay que aprovechar al máximo los recursos visuales: fotos, diagramas, tablas, etc., sin descuidar el contenido textual pero evitando que éste acapare todo el protagonismo del diseño. Por otro lado, el texto ha de ser claro y conciso, y estar ordenado y presentado de forma que suscite interés en el observador y le aporte información sin obligarle a leer la totalidad del contenido: es preferible dejar claros los conceptos fundamentales que saturar todo el espacio de papel con una letra minúscula que desalentará en seguida a cualquiera que tenga que leerlo de pie. Una táctica efectiva consiste en exponer los puntos principales mediante frases resaltadas (a mayor tamaño o distinto color que el resto del texto). Resulta útil pensar dónde preferimos que mire el observador y guiarle hacia ese punto: captando su atención de esta manera generaremos la posibilidad de que siga leyendo. Tenemos al alcance multitud de buenos ejemplos de este tipo de recursos: no hay más que fijarse en cualquiera de los carteles de anuncio que nos rodean a todas horas.

Por otro lado, es bueno reflexionar sobre el tipo de información que vale la pena suministrar en un póster. Al igual que el resto de participaciones de las Jornadas, el póster está destinado a dar a conocer un trabajo, exponiendo sus motivaciones, recursos, metodologías y, en su caso, conclusiones fundamentales o perspectivas de futuro, y aportar la posibilidad de contacto con el autor para aquellos que deseen ampliar información. Por esta razón es preferible centrarse en dichos aspectos fundamentales, captando así más fácilmente la atención del posible interesado, que siempre podrá profundizar en detalles más adelante mediante el diálogo o la posterior investigación.

VALE, PERO HÁBLAME DE COSAS CONCRETAS: ¿QUÉ TAMAÑO DE LETRA UTILIZO?

Una vez tenemos claro el tamaño del póster y el contenido concreto a exponer nos queda la parte más entretenida –y trabajosa– de todo el proceso: el diseño gráfico. Ayuda mucho comenzar realizando esbozos simplemente con lápiz y papel; de este modo quedarán localizadas las distintas áreas donde se irá acomodando cada párrafo, imagen o diagrama. A partir de aquí, me remito al grupo BCM (organizadores de congresos médicos) y a sus consejos para la elección de detalles como el color, el tipo de letra, o las principales estrategias para evitar errores comunes, expuestos con apreciable claridad en el siguiente documento:

http://www.bcmedic.com/congresosepar2005/INSTRUCCIONES%20PARA%20LA%20REALIZACION%20DE%20POSTERS%20SEPAR.pdf

No hace falta decir (pero yo lo hago, por si acaso) que este tipo de sugerencias abunda en la red y para ampliar información no hay más que echarle un poco de interés y explorar… sin olvidar que todo sabio consejo que encontremos vale por diez si se comparte con los demás.

Esperamos que estos pequeños comentarios hayan despertado en vosotros el interés que se merece este formato tan discriminado como interesante y os ayuden en caso de que decidáis llevarlo a cabo. ¡Valor y al póster!

3 comentarios:

  1. muy buena tu publicacion me ha servido de mucha ayuda... :D

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  2. Aunque cueste un poquito, hay profesionales del diseño gráfico que nos dedicamos a ello. El póster siempre tendrá un acabado más profesional, un diseño más agradable y técnicamente, tendrá los cuerpos de letra adecuados, los espacios, interlineados, trakings... que deba tener.

    luminum@luminum.info

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  3. Muchas gracias por tu publicación. Sirve de gran ayuda en la toma de contacto con este tema.

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